Es habitual dentro de un proceso terapéutico programar
tareas con los clientes para realizar en casa. De esta manera se consigue el
objetivo de mejorar la motivación y facilitar un marco para la acción, tan
necesaria en cualquier proceso de cambio o mejora, ya sea personal o profesional. A continuación os
presento cuatro tareas sencillas para ponernos en marcha y conseguir una
actitud más proactiva :
1. La tarea del Post-it
Nos ayuda a reforzarnos y automotivarnos y está especialmente
indicada para aquellas personas que son un poco derrotistas o piensan en
negativo sobre sí mismas. Consiste en dejarnos mensajes breves motivadores en
lugares que podamos encontrar con facilidad , que subrayen nuestras fortalezas
o recursos (“soy de confianza”, “ conozco mis puntos fuertes”) o nos recuerden
nuestros deseos o sueños (“ acabaré mis estudios”, “ conseguiré mi proyecto”) o
simplemente que nos animen (“ Venga, Tu puedes con esto!”) . En esta tarea es importante que
los mensajes que nos escribamos sean creíbles para nosotros y es divertido “esconderlos
“ en lugares donde miramos habitualmente pero que no están a la vista de los
demás, por ejemplo ,dentro del libro que leemos, en el billetero o hasta en nuestra caja de galletas o
cereales.
2. La Carta desde el Futuro
Su utilidad se basa en su
potencial para ampliar nuestra perspectiva temporal y generar expectativas de
éxito, además de crear alternativas interesantes en el presente. Se trata de
escribirnos , como dice el enunciado, una carta a nosotros mismos desde el
futuro, veinte o treinta años más adelante, habiendo superado los problemas que
nos molestan hoy en día y siendo una
versión más sabia de nosotros mismos después del aprendizaje realizado de ello.
En la carta nos damos ánimos y nos explicamos cómo hemos salido adelante y qué
cualidades y fortalezas me han ayudado a ello y además me felicito por haber
sido capaz de haber sabido hacer todas las cosas que se me dan bien y las
enumero en una lista detallada.
3. La Carta de despedida
Antes de redactar la carta, debemos tener claro cuál es el problema del
que queremos desprendernos y contra el cual nos declaramos en lucha y le
escribimos una carta de despedida. Agradecemos sus servicios prestados hasta el
momento y le detallamos las razones por las cuales ya no nos sirve y no le
necesitamos y le decimos hasta nunca!.
Al
escribirle esta carta nos motivaremos hacia el cambio y nos obligará a actuar y
a superar la parálisis que nos supone a veces centrarnos en las consecuencias
negativas de enfrentarnos a los conflictos. Le diremos Adiós al problema y lo
cambiaremos por un RETO.
4. La Carta para los días malos
Dentro de una terapia, se
trata de una tarea indicada para la prevención de las posibles recaídas. Debemos aprovechar que hemos tenido
un buen día para escribirnos una carta
para poder leerla cuando tengamos un día malo. En la carta debemos identificar todo aquello que nos ha producido
satisfacción, desde un buen desayuno hasta una conversación interesante ,
dándonos buenos consejos sobre qué podemos hacer para sobrellevar ese mal día, aceptándolo como algo pasajero o
incluso convertirlo en un día bueno.
La elaboración de todas ellas nos llevaran poco tiempo y los
beneficios serán muy positivos. Podemos guardar y usar las cartas como recursos
siempre disponibles para aquellos momentos en que sintamos flaquear nuestras fuerzas
y nos darán una dosis extra de motivación siempre que la necesitemos.
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