La flecha envenenada. Ahondar en el problema o buscar la solución


Muchas veces, nos empeñamos en saber el porqué de las cosas y sin darnos cuenta, dejamos de ocuparnos de ellas en el momento presente...


"Hubo una vez un hombre que fue herido por una flecha envenenada. Sus familiares y amigos le procuraron un médico, pero el hombre enfermo se negaba a ser atendido por él, diciendo que antes quería saber el nombre del hombre que lo había herido, la casta a la que pertenecía y su lugar de origen. 


Quería saber también si este hombre era alto, fuerte, tenía la tez clara u oscura y también requería saber con qué tipo de arco le había disparado, y si la cuerda del arco estaba hecha de bambú, de cáñamo o de seda. Decía que quería saber si la pluma de la flecha provenía de un halcón, de un buitre o de un pavo real... 

Y preguntándose si el arco que había sido usado para dispararla era un arco común, uno curvo o uno de adelfa y todo tipo de información similar, el hombre murió desangrado a causa de su herida".


Algunas veces, buscamos incesantemente los motivos de nuestros miedos, a tal o cual cosa o situación, queremos saber porqué tenemos tendencia a ciertos patrones de conducta, etc.
Y aunque es cierto que puede ser aclaratorio para nosotros profundizar en estas cuestiones, no debemos dejar de lado empezar a orientarnos hacia la solución, emocional o práctica, de la cuestión que nos perturba.

En las sesiones de psicoterapia tenemos presente cuál es el problema y buscamos la causa, pero nos orientamos hacia la solución, puesto que en ocasiones, es justamente poner el foco en la situación conflictiva lo que nos bloquea y nos impide avanzar para dejar de perturbarnos.

Cuando hay un incendio, primero hay que apagarlo y después buscar las causas. 

Analizamos conjuntamente 3 aspectos:

1. Cuál es la situación origen
2. Inspeccionamos qué emociones sentimos
3. Indagamos en nuestros pensamientos y creencias irracionales sobre esa situación a través de nuestro diálogo interior, es decir, viendo cómo la interpretamos y/o evaluamos.

A partir de este proceso, aprendemos nuevas formas de pensar, más racionales y más saludables que nos ayuden a manejarnos de una manera más funcional, consiguiendo con todo ello un cambio filosófico profundo que nos ayudará a relacionarnos con nuestro entorno en el presente y en el futuro de una forma más tranquila y serena.



¿Te animas? ;-)



 


Mercè Sans
Psic. Col·legiada 15.947
Telf 658 42 01 90 




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